viernes, 15 de febrero de 2019

COLOMBIANA DEJÒ MUDOS A VILOUTA Y REGAZZONI CUANDO DENUNCIÒ CAMPAÑA EN CONTRA DE LOS MIGRANTES

felipe
Lisa María Ortiz Montaño es colombiana, radicada hace muchos años en la Argentina, periodista y diplomada en “Migraciones Territorio y Derechos Humanos- Undav”

En el programa Intratables, la periodista colombiana les canto con todas las letras y convicción a Vilouta y Regazzoni cuando atacaban a los Migrantes que se atienden en los hospitales públicos.
"El tema de salud pública no solo lo sostienen los argentinos y la verdad es que son los impuestos. Los migrantes que ya vivimos y estamos asentados aquí (radicados temporalmente o definitivamente), también hacemos aportes y contribuimos en todo lo que tiene que ver con lo que abarcan los impuestos públicos para sostener la educación, salud, seguridad, por lo tanto, si los Migrantes pagamos nuestros impuestos como los nacionales, también tengo los mismos derechos. Si yo vivo acá tengo derecho a esa salud y a esa educación", dijo Lisa Maria Ortiz Montaño.
"Lo que yo veo es que hoy por hoy el gobierno ha instalado, que todos los males que pasa en la argentina, como los económicos, inseguridad, delincuencia, narcotráfico, falta de atención en la salud, y la educación es culpa de los Migrantes” agrego. "La verdad que un argentino tendría que estar loco para creer que no hay que darle salud a un Migrante, nadie dice eso" dijo Regazzoni.
"Yo puedo asegurar que hay muchos argentinos 'locos' y hay campañas tanto en las redes sociales y los medios de comunicación", le aclaró la periodista.

domingo, 10 de febrero de 2019

PANORAMA DESOLADOR: LLUVIAS NO DAN TREGUA Y SIEMBRAN DOLOR Y DESTRUCCIÒN AL SUR DEL PERÙ

felipe
La tragedia se concentró en Arequipa, Moquegua y Tacna. Hay dos nuevos muertos y tres desaparecidos. Presidente Vizcarra inspecciona zonas afectadas.

La naturaleza no ha dado tregua a las regiones del sur. El jueves por la tarde, el distrito arequipeño de Aplao soportó la caída de cuatro huaicos. Al día siguiente, la furia de la naturaleza se ensañó con Tacna y Moquegua.
Lo peor ocurrió en Mirave. El presidente Vizcarra, en su visita a este poblado, fue claro: Mirave no será rehabilitado, sino reubicado. Se asentó en la desembocadura de la quebrada del mismo nombre y, en 2015, también fue afectado por otra entrada de barro. En ese entonces, el Gobierno ofreció S/ 22 000 000 para reubicarlo, pero los problemas políticos entre alcalde y regidores de la provincia impidieron la aprobación del expediente.
Como consecuencia de las intensas lluvias, el viernes, el agua solo quiso recuperar su curso y provocó la desgracia. La marea de lodo ingresó por el estadio municipal y ganó las calles. Los habitantes se salvaron subiendo a los cerros aledaños y otros se refugiaron en los techos de sus casas. Los videos, en las redes, son tremendos. Un torrente arrastra carros, paredes de casas, trompos de construcción y enseres domésticos.
El alcalde de este centro poblado —ubicado en el distrito de Ilabaya, provincia de Jorge Basadre—, Augusto Guzmán Meléndez, lo perdió todo. El polo que vestía se lo donaron. El huaico también casi se lo lleva a él, cuando daba la alerta de emergencia a sus vecinos.
El panorama del pueblo es desolador. Todas las casas están destruidas. Los tres colegios del pueblo colapsaron totalmente y el centro de salud simplemente desapareció.
Las familias, por el temor a otro huaico, duermen en el cerro aledaño, en módulos instalados por el Gobierno Regional de Tacna. También se reportó la desaparición de un minero de Southern Perú en Toquepala. En la mina, realizaba trabajos de limpieza y cayó un alud de barro que lo enterró.
Moquegua devastada
La fuerza del agua del río Moquegua también se llevó los puentes; probablemente, el más importante fue el Montalvo en la Panamericana, que conecta a Tacna y Moquegua con el resto del país. Ambas ciudades están aisladas. Los vehículos vienen usando la Costanera, aunque esta vía también se cierra por el incremento de caudal del río Tambo. En la provincia andina de Sánchez Cerro, hay 135 kilómetros de carreteras arruinadas. En todo el valle moqueguano, hay 292 hectáreas de terrenos de cultivo arrasadas. Ese reporte lo dio el gobernador Zenón Cuevas.